Como era de suponer, esa combinación tan extravagante de colores, unida a retoques por toda la carrocería en algunas ocasiones de dudoso gusto no podían ser obra de otro preparador que Mansory, amante de la fibra de carbono donde los haya.
Lamentablemente para este proyecto han decidido tomar como base a un superdeportivo de la talla del Ferrari 458 Italia que, entre otras cosas, ha recibido el apellido de Siracusa, dedicado al mítico circuito italiano situado en Sicilia.
Precisamente entre las modificaciones llevadas a cabo por Mansory en este Ferrari 458 Italia salta a la vista los retoques en la carrocería en forma de nuevas aperturas en el capó, parachoques delantero, faldones laterales así como una zaga completamente irreconocible gracias a un difusor trasero y a una nueva luneta.
Como es lógico, sobre todo para Mansory, prácticamente toda la carrocería ha sido fabricada en fibra de carbono por lo que no es de extrañar que el 458 Siracusa ha perdido en el camino cerca de 70 kg si lo comparamos con el original, reducción de peso que unida a un aumento den 20 caballos en la potencia del V8, 590 caballos en total, hace que el 458 Italia de Mansory consiga alcanzar una velocidad máxima de 330 km/h o una aceleración de 0 a 100 km/h en 3.2 segundos.
Para finalizar, mencionar mejoras llevadas a cabo en la suspensión, 20 mm más bajo, o en sus neumáticos, ahora uno Michelin Pilot Sport 2 de altas prestaciones en 245/35 ZR20 para el eje delantero o en 305/30 ZR21 para el eje trasero.
MTM introduce un Audi R8 V10 Biturbo
Llega un momento que después de ver tanto tuning en superdeportivos uno pierde un poco la noción de las cifras. Los bailes de caballos de potencia, newtons-metro, kilómetros por hora, etc terminan por sacar a uno de la realidad. MTM nos presenta otro ejemplo de eso mismo, prestaciones incrementadas a la enésima potencia, sobre un coche ya sobradamente deportivo como es el Audi R8 V10.
MTM tiene una buena experiencia tocando el motor V10 de 5.2 litros del R8 puesto que ya lo ha tocado en el Audi RS6 y que a su vez proviene de la factoría Lamborghini. En la descomunal berlina consiguieron sacar nada menos que 740 CV gracias a la turboalimentación y ahora dan un pasito más para alcanzar dos cifras redondas: 777 CV y 888 Nm de par máximo.
Con estas cifras el R8 es una auténtica máquina voladora con dos ruedas sobre el cielo. Desde la posición de arranque hasta los 100 Km/h de marcador se tarda 3 segundos si se consigue una buena tracción y una vez conseguido en 9.4 segundos – en total – se sobrepasa el doble centenar de kilómetros por ahora. La velocidad punta no es fácil de alcanzar pero se estima que se encuentra por encima de los 350 Km/h.
Ya con el Audi R8 con motor de ocho cilindros MTM había hecho un buen trabajo convirtiendo los 420 CV que originalmente entrega el 4.2 en 560 CV con la ayuda extra de la sobrecompresión. Más potencia incluso que el V10 de serie pero sin ese tacto que significa mover los cilindros con aspiración natural.
El granito de arena que aporta MTM para que el coche se lleve todas las miradas en la calle se encuentra sobre todo en el baño cromado de la carrocería pero también en el competitivo alerón trasero o en las llantas de aleación a juego con mayor fondo de cara en la trasera. Por lo “bajini” también hay que añadir la fibra de carbono que, por extraño que parece, ya está dejando de ser llamativa en bajas cantidades.
El precio total de la broma, Audi R8 V10 incluido, es de 400.000 euros. ¿Barato o caro? Cuando menos original por sus brillos y potente como pocos.
Tuning: IND Distribution y el BMW M3 más japonés
El preparador IND Distribution, de origen estadounidense, ha preparado un espectacular BMW M3 inspirado en el mejor tuning japonés. Lo consideran toda una declaración de intenciones, una preparación con todas las de la ley, abiertamente criticando esos proyectos de ensanchamiento, con grandes llantas y vinilos, pero con un nuevo silenciador como única modificación mecánica. O potenciaciones de reputadas firmas tuning que incluyen neumáticos de marca desconocida o las pastillas de freno de fábrica.
El BMW M3 que un cliente llamado Martin ha encargado rompe con todos esos tópicos, con un marcado componente prestacional. Se buscaba un coche de utilización diaria que también pudiese “partir la pana” en un trackday. El kit estético es ligero, pero tremendamente efectivo. El spoiler delantero es original de BMW, con orígenes en la competición. El alerón trasero toma todo el protagonismo, junto al difusor de fibra de carbono y el escape completo de Kreisseig, con colines de Challenge Race X.
Las llantas rojas Volk TE37 hacen una combinación perfecta con el gris oscuro de la carrocería. De 18 pulgadas de diámetro, montan neumáticos Falken RT615K, con medidas que alcanzan los 305/30 R18 en el eje trasero. Si el exterior ya evoca carreras callejeras por Tokyo, el interior nos abruma con una combinación de los materiales más exquisitos y las mejores piezas. Hablamos por ejemplo del volante desplazado Nardi con diámetro de 380 mm o los bacquéts Bride GIAS forrados en la mejor Alcantara.
La palanca de cambios es cortesía de AMS Performance y la jaula antivuelco fabricada por Fall Line Motorsports está pintada en color rojo. El salpicadero se ha forrado en cuero, se han aplicado molduras de fibra de carbono en su parte media y la instrumentación recibe algunos relojes adicionales de IND Distribution, con control electrónico Defi. Como se puede comprobar, todas las piezas relevantes reciben una actualización importante, pero aún no hemos llegado a la mecánica.
Comenzamos por la suspensión, con coilovers KW ClubSport ajustables en altura. El equipo de frenos con discos rayados lo avala Brembo, es un kit GT-R e incluye nuevas pinzas de seis pistones y pastillas de freno de alto rendimiento. Bajo el capó late el motor 4.0 V8 de BMW, que recibe un kit de compresor ESS Tuning VT2-600, con un compresor Vortech V3. Con una cubierta personalizada para el motor, desarrolla una potencia de 600 CV, que vienen acompañados de 550 Nm de par.
Una de engendros: Mercedes 90E
Con el paso de los años, el Mercedes 190E ha ido ganando “afecto” entre los amantes de los coches gracias a variantes tan atractivas como la Cosworth o la Evolution. Hoy vamos a echar un vistazo a una variante más exclusiva aún, tanto que es completamente casera. Se ha bautizado como Mercedes 90E y se trata de una versión compacta realizada de forma artesanal por alguien que quería la estética de esta berlina en un tamaño más recortado.
En la foto que vemos arriba, el coche podría pasar por una unidad normal y corriente a la que su dueño ha añadido unas cuantas barras de protección de dudoso gusto y rejillas para los faros delanteros e incluso para los intermitentes laterales. Me imagino que será porque quiere que darle una apariencia de todoterreno puro y duro, aunque no logra dar el pego. Sin embargo lo más sorprendente de todo nos lo encontramos en la zaga; que podrás ver tras el salto.
Efectivamente, el propietario ha recortado la zona trasera para darle un aspecto algo más deportivo, o al menos eso podría parecer desde lejos. Visto desde la distancia podría colar por un coche de producción del pasado, pero hay diversos detalles que no cuadran mucho. En esta zona siguen presentes las barras de protección y además el dueño se ha permitido el lujo de añadir una rueda de repuesto al estilo de los 4×4, que incluso parece más grande de las que monta el propio coche.
Hablando de ruedas, éstas son de mayor tamaño que las de serie, y han sido tomadas prestadas (llantas incluidas) de un Mercedes Clase E de la época. También ha sustituido los faros por el Mercedes CL de primera generación, o al menos son muy parecidos. Pero esto no estodo, puesto que el techo se ha modificado, añadiendo más altura al conjunto y ofreciendo de paso algo más de espacio interior en el habitáculo (aunque dudo que éste fuera su objetivo).
Este engendro se culmina con la adición de un extraño alerón que integra la tercera luz de freno, y sobre todo por la pintura que luce toda la carrocería. En algunas de las fotos hasta podría parecer que es acabado mate, pero en las instantáneas mostradas de cerca vemos que es una chapuza con cierto aire “gotelé” y que me ha recordado al aspecto del hormigón proyectado (o gunita para los más puestos en el tema).
Al parecer, este coche se encuentra en Rusia, un país especialmente predispuesto a ofrecer este tipo de tuning casero. Por último, ni que decir tiene que el nombre de Mercedes 90E ha sido puesto por el propio dueño, que debió pensar que al ser de tamaño más pequeño bastaría con hacer también más corto el nombre.
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