Búsqueda personalizada

jueves, 14 de junio de 2012

El Ferrari 275 GTB4


Steve McQueen tuvo varios coches de Maranello, este concretamente es un Ferrari 275 GTB4. Las imágenes de época muestran a un coupé, pero en los años 80 fue transformado en un descapotable, luego de la muerte del primer dueño. El propietario actual lo ha llevado a Ferrari Clasiche, donde están especializados en cavallinos clásicos.

El objetivo es certificarlo y validarlo, le dará más valor al coche, pero en Ferrari exigen que el coche esté tal y como salió de fábrica. La solución era simple, volver a convertir el coche en un coupé. Costará un dineral pero a buen seguro quedará compensado si algún día lo vende por un gritón de euros.

Esto de hacer la restauración de un Ferrari en la propia Ferrari no debe ser barato, pero teóricamente el resultado debería ser inmejorable. La restauración todavía no ha terminado, llevará algún tiempo. Los Ferrari de los 50 y 60, especialmente los de baja tirada, alcanzan precios astronómicos. Es mejor que invertir en oro.

Desde que se montó la división Ferrari Clasiche en 2006, han recibido 3.300 peticiones de certificación, para lo cual se ha utilizado la incalculablemente valiosa documentación original de Maranello. Tengo ganas de ver cómo queda.

Hace unos años, os hablamos del primer Ferrari que tuvo McQueen, un Ferrari 250 GT Lusso de 1963, que fue vendido en 2007. Alcanzó un valor de 2,3 millones de dólares en ese año, pero las cifras que han alcanzado otros Ferrari quitan el hipo. El 250 GT que se hizo para Stirling Moss costó la barbaridad de 35 millones de dólares (28,22 millones de euros), el coche más caro del mundo.

Por lo tanto, parece que la inversión en estos coches, por alta que pueda parecer, es muy racional, porque nunca bajan, como los pisos antaño. ¿Estamos ante una burbuja o es que al ser bonitos, escasos y raros en el mercado cada vez van a costar más?



Un Mercedes-Benz 500K volverá a casa

A veces, en la Historia del Automóvil, encontramos injusticias que vienen desde muy atrás, como lo que le pasó al fundador de Renault. En esta ocasión nos tenemos que remontar a la floreciente Alemania nazi, antes de que estallase la Segunda Guerra Mundial. En esa época se dijo mucho lo “Deutschland über alles”, lo que significa Alemania por encima de todos.

Uno de los iconos de la industria alemana era el Mercedes-Benz 500K Roadster. Era un prodigio tecnológico, suspensión independiente a las cuatro ruedas, motor 5.0 L8 (en línea) con 160 CV, velocidad y confort, descapotable, lujoso, etc. Resumiendo, un cochazo para gente acaudalada, de los más caros de la época.

Por entonces, Hans Friedrich Prym era un industrial que había hecho dinero en Aquisgrán (cerca de Bélgica). Fabricaba botones y cremalleras, y con las ganancias de su trabajo se compró un 500K, pero no uno cualquiera, sino un Spezial Roadster, del que solo hubo 29 unidades, con número de chasis 105380. Un buen día, se lo robaron, en los últimos compases de la SGM.

Para resumir un poco el contexto histórico, Alemania fue invadida por el norte por los soviéticos, y desde Francia y Países bajos por los aliados en primera instancia. Las tropas del General Maurice Rose entraron en Alemania, desde Bélgica, en marzo de 1945. El III Reich aguantó poco tiempo más.

Hans Prym fue a la cárcel por orden de los invasores, como otros tantos alemanes que no tenían nada que ver con el conflicto en el terreno bélico. Sus propiedades fueron usadas por el ejército norteamericano temporalmente como base. Cuando salió de la cárcel el coche había desaparecido.

El industrial entró en cólera cuando se enteró, no se imaginaba que se lo iban a quedar como botín de guerra, pero así ocurrió. Su hija tiene 84 años, vive en EEUU, y pretende recuperar lo que por justicia es de su familia. Está más cerca de conseguirlo.

Se fabricaron 342 unidades del 500K, de las cuales, solo 29 como el de Hans Prym. Se desconoce qué fue del coche hasta los años 70, y hasta hace poco, estaba en manos de un coleccionista holandés que pagó por él casi 3,8 millones de dólares en Monterrey (California) en 2011. Por su escaso número y condición, este coche está muy apreciado en el mercado de históricos.

Estos coches suben de precio cada vez que cambian de manos. Cuando el coleccionista quiso exhibirlo en la Techno Classica de Essen (Alemania) en marzo, ya había una reclamación puesta por la familia Prym, y el coche fue requisado por orden judicial. El coleccionista se quedó más blanco que el lateral de las ruedas.

En primer lugar, un tribunal regional de Hamburgo dijo que no había evidencia de que los soldados aliados hubiesen desvalijado los bienes de Prym, sino que el coche había sido vendido legalmente. Afortunadamente, a veces la justicia hasta acierta, y considera legítima la reclamación de la familia. Todavía no lo han recuperado, pero están más cerca que nunca de volver a tenerlo.

En cuanto al coleccionista holandés, se tendrá que conformar con ajo y agua, es lo que tiene comprar propiedad robada, aunque dudo que lo imaginase cuando lo compró. El valor del coche puede rondar los 4 millones de dólares hoy, si nunca se deshacen de él, seguirá creciendo en valor. Hans Prym ya puede descansar en paz.

El 500K podía alcanzar los 160 km/h, y cuando lo hacía, “solo” consumía 30 l/100 km. El motor estaba sobrealimentado con un compresor Roots. Eso no es todo, también tenía cristales laminados, frenos hidráulicos, sistema eléctrico de 12 voltios con limpiaparabrisas, cierre centralizado, etc.

Se produjo en Sindelfingen, donde sigue habiendo fábrica de Mercedes en la actualidad. Era un coche bastante pesado, casi 2,7 toneladas, y existía en dos batallas, la corta (2,98 m) y larga (3,29 m). Para batalla, la que tiene la familia Prym desde hace 67 años. Eso es echarle paciencia. Mercedes-Benz 500K Speziale Roadster chasis 105380 Así lucía el Mercedes-Benz 500K Spezial Roadster en 1935, en color verde

Cronología del 500K con número de chasis 105380

6 febrero de 1935: el coche abandona la línea de fabricación de Sindelfingen 14 al 24 de febrero de 1935: se expone en el Salón de Berlín 22 de marzo de 1935: el coche se envía al concesionario de Aquisgrán 25 de abril de 1935: Hans Prym se convierte en el primer dueño del coche marzo de 1945: el coche desaparece de la finca de la familia 1976: el coche es ahora de Don Dickson, que se lo ha comprado a Russell Strauch 1988: Richie Clyne compra el coche a Dickson 1991: el coche se restaura por completo en Saugus (California) agosto de 2011: el coche pasa de la familia Lyon a Frans van Haren marzo de 2012: la policía alemana requisa el coche durante la Techo Classica mayo de 2012: la justicia alemana considera legítima la reclamación de los herederos de Prym

¿Tendremos final feliz o se lo devolverán a van Haren?

 Vía | Automotive News


Un Ferrari 250 GTO se convierte en el coche más caro del mundo 

En solo cuatro meses se han subastado dos Ferrari 250 GTO que se han vendido por cifras estratosféricas, el primero ya os lo mostramos, el segundo hace apenas unos días. Este segundo Ferrari 250 GTO se ha convertido por méritos propios en el coche más caro del mundo, alcanzando en una subasta el precio de 28.225.806 euros. Eso significa entre 800.000 y 3 millones de euros por encima del coche que hasta ahora ostentaba este récord, el Bugatti 57SC Atlantic.

El detalle que hace especial esta unidad del Ferrari 250 GTO en concreto es que se diseñó para Sir Stirling Moss, que pretendía usarlo para competir, pero al final nunca lo condujo. Sin embargo este Ferrari 250 GTO tiene un amplio historial de carreras con varias victorias y una participación en las 24 horas de Le Mans en 1962 en la que no llegó a cruzar la línea de meta.

Es un caso claro de inversión en coches clásicos, porque al propietario anterior al que lo ha puesto en subasta le costó en 1996 2,8 millones de euros y al que lo ha subastado le costó hace diez años 6,85 millones de euros. Como véis ambos han hecho un gran negocio, eso sí, el nuevo propietario disfrutará de una auténtica joya de la automoción. Espero que este nuevo propietario lo vea más como un objeto de colección que como un objeto con el que especular. Todo indica que lo cuidará bien, porque los anteriores propietarios eran hombres de negocios y este es un coleccionista de clásicos ¡Que lo disfrute!

 Vía | Car Advice

1 comentario: